domingo, 4 de enero de 2009

Quince meses después: Alicante 0 Real Murcia 2

Campos se estrena con victoria y resucita a un Real Murcia que vuelve a ganar a domicilio tras vencer en Alicante con goles de Iván Alonso
MANUEL SÁNCHEZ BREIS ALICANTE/ La Verdad
Alicante: Unanua (1), Blanco (1), Germán (0), Ricardo Cavas (1), Rubiales (1), Tito (1) (sustituido por Ismael (2) en el minuto 51), Torrecilla (1), Álvaro (0) (sustituido por Francisco (0) en el minuto 60), Luis Gil (0) (sustituido por Capi (0) en el minuto 70), Azkoitia (1) y Pedro (0).
Real Murcia: Elía (1), David de Coz (1), Ochoa (2), Xisco Campos (2), Paco Peña (2), Bruno Herrero (1), Movilla (2), Núñez (1) (sustituido por Montoro (1) en el minuto 74), Capdevila (1) (sustituido por Kabous (s.c.) en el minuto 81), Aquino (2) e Iván Alonso (3) (sustituido por Despotovic (1) en el minuto 70).
Los goles:
0-1: Minuto 26, Iván Alonso tras pase perfecto de cabeza de Dani Aquino.
0-2: Minuto 37, Iván Alonso, de penalti, tras manos de Germán.
El árbitro: Gardeazábal Gómez (Vasco). Bien. No tuvo problemas ni tampoco se los creó. Mostró cartulina amarilla a los locales Unanua, Ricardo Cavas y Germán; y a los murcianistas Kabous y Montoro.
El campo: Rico Pérez, de Alicante. Partido correspondiente a la jornada 18 de Liga en Segunda División ante 3.000 espectadores, de los que cerca de 700 eran seguidores del Real Murcia. Se guardó un minuto de silencio por los fallecimientos del ex presidente del Alicante Antonio Sánchez y del ex jugador Manuel Antón. Juan Guillamón estrenó su cargo en el palco acompañado por el alcalde, Miguel Ángel Cámara, el consejero de Cultura y Deportes, Pedro Alberto Cruz, y el vicepresidente deportivo, Manolo Álvarez.
Quince meses después el Real Murcia y el murcianismo vuelven a saborear un triunfo fuera de casa. Es de esperar que para el próximo sólo hagan falta quince días. Pero la pregunta es: ¿Es éste otro Real Murcia? Sólo con el paso del tiempo se podrá contestar a esta cuestión, pero está claro que en Alicante funcionó. Lo mejor del primer partido del año fueron los tres puntos, no cabe duda. Para lo demás, sólo se dio un primer paso.
Un paso que sirve, eso sí, para romper con situaciones tan reales como ilógicas. Y es que el triunfo del Rico Pérez sirve para estrenar un casillero de victorias a domicilio sin engordar desde septiembre de 2007.
Una vez despedido el 2008, el Centenario, la camiseta y casi a Jesús Samper ha vuelto el optimismo al murcianismo y la corona al escudo de la entidad murciana. Pero una felicidad sólo a medias porque los puntos obtenidos en esta tarde navideña sólo valen, de momento, para disfrutar con un regalo de Reyes anticipado.
Del regalo tuvieron casi tanta culpa los jugadores del Real Murcia como los del Alicante, ya que al acierto murcianista se le unió el desacierto alicantino. Vamos que se podría decir que Melchor vistió de grana, Gaspar, de blanquiazul, y Baltasar que fue encarnado por Iván Alonso. Delantero que en el primero encuentro de 2009 lo hizo todo bien. Marcó los dos goles, el primero de bella factura y con la magnífica colaboración de Dani Aquino. El segundo fue de penalti. El uruguayo peleó he hizo acertar a Campos en su elección de introducirlo en el once.
Las dos escuadras disputaron un encuentro soso, aburrido y escaso de calidad. El choque apenas tuvo historia, ya que el Real Murcia fue superior durante su totalidad. Pero a los murcianistas les valió, además de para sumar los tres puntos, para comprobar que es mucho mejor conjunto que su oponente de esta jornada.
Ahora, el Real Murcia debe demostrar que es superior, al menos, que dos rivales más. De esta forma la permanencia estaría asegurada. Pero esto sólo podrá contrastarse después de cada fin de semana. De momento, este sábado ya ha recortado dos puntos -está a cinco- de la permanencia. Y si pierde el Alavés en Huesca la distancia quedará reducida a cuatro puntos.
Día especial
Fue un partido especial para José Miguel Campos y para José María Movilla. El técnico hizo buena la frase de «a entrenador nuevo, victoria segura» y logró debutar con triunfo en su estreno en el fútbol profesional. Siguió de pie y con aparente tranquilidad, pero con el nerviosismo propio de su profesión, todo el partido. No se le vio sentado ni un solo instante y disfrutó de forma discreta con lo logrado.
Movilla, por su parte, volvió a sentirse futbolista y trabajó con criterio en beneficio del equipo. Terminó reventado, fruto de la inactividad, pero también del esfuerzo realizado. Apoyó en defensa y en ataque e intentó que sus compañeros encontraran en sus botas una salida en los momentos más complicados. Puede hacerlo mejor, pero para empezar su aportación resultó valiosa. Al final fue despedido entre cánticos y aplausos por una afición que no dejó solo al Real Murcia en uno de sus encuentros más importantes de la temporada.
Y es que en Alicante había mucho más que perder que ganar. No sumar era casi decir adiós. Era perder a las primeras de cambio el factor motivación que supone el cambio en el banquillo. Era volver a desilusionar y no salir de una pesadilla llamada 2008.
Todo esto no se dio por dos razones principales dadas en la primera mitad. El primero después de una espectacular acción defensiva desarrollada por los dos delanteros grana. Aquino asistió de cabeza e Iván Alonso mató con el pie. Era el 0-1 y el minuto 26.
Once minutos después, el uruguayo transformaba elegantemente un penalti tras una sorprendente mano dentro del área de Germán, ante la presencia de Bruno.
Goles y puntos de los que disfrutó en el palco Juan Guillamón. El nuevo presidente del Murcia consiguió su objetivo: llevar casi un millar de murcianos al Rico Pérez y traerse los tres puntos para Nueva Condomina. Y lo hizo muy bien acompañado, ya que el alcalde de la ciudad, Miguel Angel Cámara; el consejero de Cultura y Deportes, Pedro Alberto Cruz; y el vicepresidente, Manolo Alvarez, disfrutaron de una victoria a domicilio que ha tardado quince meses en llegar. La próxima debe tardar sólo quince días.

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