domingo, 7 de marzo de 2010

Tortura primero, gloria después (3-2)

Amador Gómez/ Madrid/ la Verdad
REAL MADRID 3 SEVILLA 2
Real Madrid: Casillas, Sergio Ramos, Albiol, Garay, Arbeloa (Van der Vaart, min. 55), Lass (Guti, min. 55), Xabi Alonso, Marcelo, Kaká (Raúl, min. 74), Higuaín y Cristiano Ronaldo.
Sevilla: Palop, Konko (Adriano, min. 20), Stankevicius, Dragutinovic, Fernando Navarro, Fazio, Zokora, Navas, Perotti, Capel (Kanouté, min. 45) y Negredo (Duscher, min. 74).
Goles: 0-1. Minuto 9. Xabi Alonso, en propia puerta. 0-2. Minuto 52. Dragutinovic. 1-2. Minuto 59. Cristiano. 2-2. Minuto 64. Sergio Ramos. 3-2. Minuto 91. Van der Vaart.
Árbitro: Iturralde González (Vasco). Regular. Tarjetas amarillas a Dragutinovic, Garay, Arbeloa, Capel, Fernando Navarro, Kanouté y Marcelo.
Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu. Casi lleno.

Van der Vaart da el triunfo a los blancos en el minuto 91 tras el 0-2 inicial del Sevilla
Remontada heroica del Madrid, que alcanza el liderato con un gol 'in extremis'
El Real Madrid se convirtió en líder de la Liga en el mejor momento. Tras el pinchazo del Barça, el Madrid firmó una remontada heroica de las que tanto refuerzan la moral y gustan al Bernabéu, y solventó su primera gran prueba de la temporada sólo cuatro días antes de jugarse su futuro en Europa ante el Olympique de Lyon. No le había acompañado la suerte durante gran parte del partido frente al Sevilla ni había tenido la pegada que suele exhibir, y hubo que esperar al tiempo añadido para que un gol de Van der Vaart diese la victoria al Madrid e hiciese justicia en el Bernabéu. El Sevilla, sin merecerlo, llegó a ponerse con 0-2 al aprovechar la noche aciaga de Xabi Alonso, y el resultado se mantuvo casi hasta que al filo de la hora de tan emocionante choque, Cristiano, ante un rival asustado, hizo creer que la proeza era posible.
Hasta ahora el Madrid de Pellegrini siempre había caído ante los grandes, pero rompió cuando más lo necesitaba la racha negativa y recuperó muchas opciones al título gracias a su juego, su fe y su ambición. Y con casi todos los jugadores de clase sobre el terreno de juego, excepto Kaká, que continúa perdido, aunque sin Guti y Van der Vaart el Madrid ya había mejorado en su fútbol y había hecho méritos más que suficientes para dar la vuelta al marcador.
Xabi Alonso, en su portería
Ya salió vivo de milagro el Sevilla en la primera parte gracias a Palop, porque los últimos 20 minutos previos al descanso fueron de acoso continuo madridista y los blancos crearon entonces hasta media docena de ocasiones. El Sevilla tuvo la suerte de marcar sin disparar a puerta. Le bastó una combinación entre Navas y Capel para que Xabi Alonso, al intentar evitar el remate de Negredo, batiese a Casillas como si fuera el portero rival.
Se quedó helado el Madrid y tardó en reaccionar y en poner una marcha más a su juego. En la segunda parte volvió a salir atrevido el Sevilla en los primeros minutos de la segunda parte, ahora con Kanouté en lugar de Capel, y el segundo mazazo a los blancos llegó con el incomprensible libre directo anotado por Dragutinovic, por muy lejano, porque a Xabi Alonso no se le ocurrió despejar y se agachó ante Casillas para que el portero se la tragase.
Otro gol inmerecido, y ya le quedaba otra a Pellegrini que apostar por lo mejor que tenía en el banquillo, Guti y Van der Vaart. Raúl tardó en salir para reemplazar a Kaká, después de que el Madrid hubiese logrado empatar y llegase a mandar tres balones a los palos. En sólo cinco minutos empató el Madrid, con el Sevilla asustado, encerrado en su área para intentar no ser desarbolado, aunque no lo consiguió.
Un error defensivo tras un pase de Marcelo que aprovechó Cristiano libre de marcaje y un saque de esquina que resolvió de cabezazo picado Sergio Ramos pusieron la remontada a un paso. El Bernabéu, tan acostumbrado a la heroica, comenzó a creer que iba a ser fácil dar la vuelta definitiva al partido, con el talento de Guti y Cristiano, las ansias de Higuaín y el empuje de un equipo volcado sobre la portería de un Sevilla que no dejaba de achicar balones.
Sin embargo, Guti, que levantó al público con un zurzado al larguero y un par de pases en profundidad, e Higuaín, no encontraron puerta. El empate estaba cerca. Lo evitó Palop cuando el Madrid estaba volcado, pero el portero ya no pudo con el último y definitivo remate de Van der Vaart. La locura se adueñó del Bernabéu. El Madrid ya se cree que esta Liga será suya.

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