El suizo se convierte en el primer jugador en repetir título en Madrid y deja la racha de Nadal en 33 victorias seguidas en arcilla
Cadena SEREl tenista suizo Roger Federer ha cumplido su amenaza y se ha convertido en el primer verdugo de Rafa Nadal en esta campaña sobre tierra batida al proclamarse el primer campeón del Mutua Madrileña Madrid Open en la Caja Mágica y el primer jugador que revalida el título desde que la capital cuenta con un Masters.
El número dos del mundo ha cortado la racha de 33 victorias consecutivas de Nadal igual que hiciera hace ahora dos años en Hamburgo -entonces el manacorí llegó a las 81 consecutivas sobre arcilla- al superar al líder de la ATP por 6-4 y 6-4 en una hora y 26 minutos de juego.
El mallorquín ha acusado el maratón que vivió ayer en semifinales ante Novak Djokovic, en un partido que superó las cuatro horas y en el que tuvo que salvar tres ''match-points'', y no pudo con el empuje de un Federer que ha rendido a un gran nivel esta semana. Nadal, que solicitó ayer la asistencia médica por problemas en el cuádriceps, llegó a la rueda de prensa posterior cojeando y parece ser que no pudo superar sus molestias.
Aguantó el tipo el número uno del mundo durante el primer set, donde los espectadores vibraron con su derecha y sus acertadas pelotas a la línea, pero su tenis se desinfló tras ceder la primera manga, no le entraba el revés, no podía mover por la pista al de Basilea y no era capaz de meter puntos ganadores.
El balear había saltado a la cancha agresivo, más de los esperado tras la paliza que se metió ayer, y gozó de las primeras ocasiones para ponerse por delante, una bola de ''break'' en el segundo juego y otra en el sexto, pero no pudo sacar partido de ellas. No encontraba Nadal la forma de hacer daño a Federer y lo terminó pagando.
El de Basilea, que ya había avisado al aterrizar en la capital de que era el único capaz de plantar cara a Nadal en tierra batida, tiró de oficio para poner contra las cuerdas al manacorí en el noveno juego con un ''break'' que convirtió gracias al desacierto de su rival, que estrelló la bola contra la red. Con el 5-4, se llevó su siguiente servicio en blanco y cerró del mejor modo el primer set.
En la segunda manga, los dos comenzaron muy serios ganando sus respectivos servicios en blanco. Pero en el quinto juego, Federer decidió salir al ataque y con una bonita dejada forzó la segunda bola de ''break'' del partido, que también transformó con acierto. A partir de ese momento, la tensión se cortaba en la Caja Mágica.
Nadal se queda sin milagro
El público se volcó con su ídolo, tratando de llevarle en volandas como ya hiciera ayer, pero hoy Nadal no pudo culminar la gesta. Tuvo dos bolas de ''break'' en el décimo juego, cuando Federer servía para ganar el partido, pero no pudo con la presión y las dos las desperdició enviando la pelota fuera en ambas ocasiones.
Así, Federer se tomó cumplida venganza de su dura derrota en el pasado Abierto de Australia, último duelo entre ambos, del que salió llorando, y ganó su primer título del año, lo que le permitirá llegar a Roland Garros en un estado de forma inmejorable, consiguiendo, además, su segunda victoria ante Nadal en una final sobre arcilla roja.
Nadal, por su parte, salvó un ''match-point'', pero no pudo obrar el milagro que hiciera ayer ante ''Nole'' y en la segunda bola de partido no pudo hacer nada ya que Federer cerró el duelo a lo campeón, con un ''ace'', el sexto del partido.
El número uno del mundo, que aplaudió a los aficionados madrileños por su apoyo durante esta semana, no pudo convertirse en el primer jugador en llevarse los tres Masters de tierra, pero llegará a París, donde buscará su quinto título consecutivo, con los títulos de Montecarlo, Roma y el Conde de Godó bajo el brazo.
El número dos del mundo ha cortado la racha de 33 victorias consecutivas de Nadal igual que hiciera hace ahora dos años en Hamburgo -entonces el manacorí llegó a las 81 consecutivas sobre arcilla- al superar al líder de la ATP por 6-4 y 6-4 en una hora y 26 minutos de juego.
El mallorquín ha acusado el maratón que vivió ayer en semifinales ante Novak Djokovic, en un partido que superó las cuatro horas y en el que tuvo que salvar tres ''match-points'', y no pudo con el empuje de un Federer que ha rendido a un gran nivel esta semana. Nadal, que solicitó ayer la asistencia médica por problemas en el cuádriceps, llegó a la rueda de prensa posterior cojeando y parece ser que no pudo superar sus molestias.
Aguantó el tipo el número uno del mundo durante el primer set, donde los espectadores vibraron con su derecha y sus acertadas pelotas a la línea, pero su tenis se desinfló tras ceder la primera manga, no le entraba el revés, no podía mover por la pista al de Basilea y no era capaz de meter puntos ganadores.
El balear había saltado a la cancha agresivo, más de los esperado tras la paliza que se metió ayer, y gozó de las primeras ocasiones para ponerse por delante, una bola de ''break'' en el segundo juego y otra en el sexto, pero no pudo sacar partido de ellas. No encontraba Nadal la forma de hacer daño a Federer y lo terminó pagando.
El de Basilea, que ya había avisado al aterrizar en la capital de que era el único capaz de plantar cara a Nadal en tierra batida, tiró de oficio para poner contra las cuerdas al manacorí en el noveno juego con un ''break'' que convirtió gracias al desacierto de su rival, que estrelló la bola contra la red. Con el 5-4, se llevó su siguiente servicio en blanco y cerró del mejor modo el primer set.
En la segunda manga, los dos comenzaron muy serios ganando sus respectivos servicios en blanco. Pero en el quinto juego, Federer decidió salir al ataque y con una bonita dejada forzó la segunda bola de ''break'' del partido, que también transformó con acierto. A partir de ese momento, la tensión se cortaba en la Caja Mágica.
Nadal se queda sin milagro
El público se volcó con su ídolo, tratando de llevarle en volandas como ya hiciera ayer, pero hoy Nadal no pudo culminar la gesta. Tuvo dos bolas de ''break'' en el décimo juego, cuando Federer servía para ganar el partido, pero no pudo con la presión y las dos las desperdició enviando la pelota fuera en ambas ocasiones.
Así, Federer se tomó cumplida venganza de su dura derrota en el pasado Abierto de Australia, último duelo entre ambos, del que salió llorando, y ganó su primer título del año, lo que le permitirá llegar a Roland Garros en un estado de forma inmejorable, consiguiendo, además, su segunda victoria ante Nadal en una final sobre arcilla roja.
Nadal, por su parte, salvó un ''match-point'', pero no pudo obrar el milagro que hiciera ayer ante ''Nole'' y en la segunda bola de partido no pudo hacer nada ya que Federer cerró el duelo a lo campeón, con un ''ace'', el sexto del partido.
El número uno del mundo, que aplaudió a los aficionados madrileños por su apoyo durante esta semana, no pudo convertirse en el primer jugador en llevarse los tres Masters de tierra, pero llegará a París, donde buscará su quinto título consecutivo, con los títulos de Montecarlo, Roma y el Conde de Godó bajo el brazo.
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