REAL MURCIA/ Kike da aire fresco a un Murcia superior (3-1)

La Verdad
Los de Campos vencen a un flojo Alicante con goles de Bruno, Capdevila y Montoro
La permanencia será oficial si el Celta pierde hoy contra el Hércules en el Rico Pérez
El Real Murcia aún no está salvado matemáticamente. Pero lo puede estar hoy a la hora de comer. La victoria contra el Alicante puede tener una recompensa que va más allá de los tres puntos si el Celta de Vigo cae este mediodía contra el Hércules en el estadio Rico Pérez, ya que la próxima semana se enfrentan en Balaídos Celta y Alavés.
El Real Murcia le ganó al Alicante porque es mejor equipo. No cabe duda que el fútbol de los grana no encandila a nadie, pero es más que suficiente para derrotar a un rival que la próxima temporada estará en Segunda B. Los alicantinos dependen de sus vecinos del Hércules para no descender hoy matemáticamente, ya que si el Celta gana, el Alicante acompañará hoy a los ya decendidos Eibar y Sevilla At.
Al Real Murcia le sirvió hacer un poco más que el día del Huesca para vivir un partido más o menos tranquilo. Pudo golear, pero seguramente sería injusto esperar eso de un equipo que ha dado más trsitezas que alegría durante todo el año.
Pudo golear
Y pudo golear por varios motivos. Es mejor que Alicante. La defensa alicantina hace aguas por todos lados. Los de Campos ya ganaban a los dos minutos de partido. Jugó durante veinticinco minutos con un hombre más. Falló un penalti. Estuvo apoyado en la grada por casi 10.000 valientes. No estuvo Samper, algo gafe en las últimas jornadas...
Ya, a los dos minutos, Bruno, de penalti, adelantó a los grana. El penalti fue claró por una patada a De Lucas. Era el comienzo soñado. Pero pronto, tal vez muy pronto, el Murcia cometió uno de sus habituales errores defensivos. Un error que provocó otro claro penalti. Ésta vez de Peña sobre Peragón. Abel Buades emuló a Bruno y empató el encuentro. Era el minuto nueve.
El partido tuvo mucho trabajo para el árbitro. Acertó en casi todo, a pesar de que los futbolistas no se lo pusieron fácil. Antes de llegar al descanso expulsó a Francisco y a Mejía, al grana por doble amarilla. En la segunda mandó a la calle a Urbano por un claro penalti sobre Kike. Piña se lo paró a Bruno.
Por cierto, la actuación de Kike fue lo más positivo de la tarde. En Vigo dejó detalles de calidad, pero ayer se mostró como un delantero nato y siempre estuvo muy cerca del gol. Asistió a Montoro en el tercero y estuvo cerca de marcar. Se le despidió con una gran ovación.
Ahora, sólo quedan tres jornadas para el final y, a partir de hoy, pueden ser de puro trámite.